Colomares (ES): Un moderno castillo de la memoria entre la historia y la imaginación

En las soleadas colinas de Benalmádena, España, se alza una curiosa silueta, no procedente de la Edad Media, sino del crepúsculo del siglo XX. El Castillo de Colomares, construido entre 1987 y 1994, no es una fortaleza nacida de la guerra o la defensa, sino un monumento en forma de castillo, dedicado a la vida y los viajes de Cristóbal Colón. Ocupa una impresionante superficie de 1500 metros cuadrados, lo que lo convierte en el monumento más grande del mundo dedicado al explorador. Curiosamente, también alberga la iglesia más pequeña del mundo, con solo 1,96 metros cuadrados, una capilla más poética que práctica, más simbólica que solemne.

En 1987, el Dr. Esteban Martín Martín, un médico español con profundos conocimientos de arte, arquitectura e historia, se embarcó en esta singular aventura. Con la ayuda de solo dos albañiles, dedicó siete años a construir Colomares utilizando métodos puramente artesanales, trabajando con ladrillos, piedras y cemento. Sin respaldo oficial ni gran financiación, esta labor de amor iniciada por él mismo se convirtió en una crónica física, lo que el Dr. Martín denominó una “narración en piedra” del descubrimiento de América. El resultado es una estructura que desafía las categorías arquitectónicas convencionales, mezclando los estilos románico, gótico, bizantino y mudéjar en una composición ecléctica y simbólica. El monumento no es una réplica fiel de ninguna fortaleza histórica, sino una reinterpretación visionaria de la forma del castillo, un recipiente para la memoria, la historia y el homenaje.

Los críticos podrían fruncir el ceño ante tales creaciones híbridas, argumentando que corren el riesgo de distorsionar la historia o caer en lo kitsch. Y, de hecho, para mí, como arquitecto e historiador, resulta un poco extraño. Valoro la autenticidad, las características defensivas y la lógica de la geometría; por eso mi línea de investigación favorita son los castillos baluartes del siglo XVII, donde la estrategia y la forma se unen en la piedra. Desde esa perspectiva, Colomares parece más un sueño que una fortaleza. Sin embargo, los sueños también tienen su lugar.

Como fotógrafo y amante de los paisajes con vistas panorámicas, no puedo evitar sentirme atraído por él. Hay algo innegablemente cautivador en la romántica silueta que proyecta, la riqueza de sus texturas y las vistas que ofrece al mar y al cielo. Puede que estos monumentos no se ajusten al rigor histórico, pero su poder para inspirar y atraer es innegable. El flujo constante de visitantes que acuden a Colomares demuestra que el deseo de conectar con el pasado, por muy imaginativo que sea, sigue muy vivo.

Entonces, ¿se pueden seguir construyendo castillos hoy en día? Quizás no como bastiones de defensa o autoridad real, pero sí como monumentos, sin duda alguna. Colomares es un recordatorio poético de que la arquitectura puede seguir siendo un vehículo para contar historias y conmemorar acontecimientos. Incluso en nuestra era del acero y el cristal, el alma humana sigue encantada por las torres y las almenas, por los arcos que se abren a las leyendas y las fachadas de piedra que susurran tiempos lejanos.

¿Qué podemos aprender de Colomares? Que la visión personal sigue teniendo el poder de inspirar; que la historia, cuando se interpreta a través del lenguaje de la arquitectura, puede trascender las fechas y los datos para convertirse en una experiencia profundamente sentida. Y lo más importante, que el pasado, por muy remoto que sea, todavía se puede construir, no solo recordar.

Autora: Olha Tikhonova

Fotos de Olha Tikhonova


Comentarios

Una respuesta a «Colomares (ES): A Modern Castle of Memory between History and Imagination»

  1. This is definitely one of the most eclectic and unique monuments that I have seen in the world. While I too value the historical authenticity of many of Europe’s great UNESCO listed sites, including magnificent palaces and castles in Spain and Portugal I must say that this fantasy creation is in its own way in drawling and makes me think that the builder may have had some bit of affinity with Walt Disney! All the best from Lisbon Portugal, and back to Spain in a few days. Dan – founder Magical spain, Portugal, and Morocco Private luxury travel

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